Entre el inmenso bosque de pinos que forma el parque natural de El Prat del Llobregat, emerge La Ricarda uno de los proyectos más ambiciosos y reconocidos del arquitecto barcelonés Antonio Bonet Castellana.
Cuesta creer que la dirección de obra de este icónico proyecto, encargado por Ricardo Gomis e Inés Bertrand se llevara a cabo por correspondencia, desde Buenos Aires, lugar en el que residía el arquitecto, entre 1949 y 1963.


El mobiliario de la casa fabricado a medida, fue enteramente diseñado por Bonet Castellana teniendo en cuenta las necesidades del proyecto y de los espacios. Pensado hasta el más mínimo detalle, ningún elemento decorativo es dejado al azar.




Inés Bertrand y Ricardo Gomis eran grandes anfitriones. La Ricarda fue desde siempre un lugar de encuentro y reunión de grandes intelectuales y artistas de la época como Joan Prats, Robert Gerhard, Merce Cunningham, Antoni Tàpies, Joan Miró o Joan Brossa, convirtiéndose en refugio del arte catalán durante los últimos años del franquismo.


